Cuando la mayoría de la gente oye el término "violencia doméstica", piensa en maltrato físico. Sabías que en casi todas las situaciones de violencia doméstica se producen abusos económicos?
El abuso financiero o económico se define como "hacer o intentar hacer a una persona económicamente dependiente". El maltratador puede
- mantener el control de cuentas bancarias, propiedades u otros activos
- restringir el acceso al dinero
- tomar todas las decisiones financieras importantes sin consultar a la víctima
- eliminar el nombre de la víctima de los bienes comunes para denegar el acceso a cualquier recurso
- destruir el crédito de la víctima obteniendo préstamos a su nombre y no reembolsándolos nunca
- obligar a la víctima a firmar cuentas de tarjetas de crédito o préstamos
- obligar a la víctima a firmar un poder para firmar documentos jurídicos o financieros en su nombre
- hacer que la víctima cobre los bienes sólo a su nombre y los entregue al maltratador
- poner a la víctima en un "subsidio"
- obligar a la víctima a presentar pruebas del dinero gastado, aunque éste pertenezca a la víctima
- obligar a la víctima a mendigar dinero para cubrir incluso las necesidades básicas mientras gasta el dinero libremente en sí misma
- obligar a la víctima a entregar todos sus ingresos al maltratador
- acosar o amenazar a la víctima o a su empleador para que la despidan
- aislar a la víctima de cualquier persona que pueda ayudarla
- impedir a la víctima asistir a la escuela o al trabajo
- impedir que la víctima encuentre trabajo
- obligar a la víctima a ser totalmente dependiente
El abuso financiero suele comenzar lentamente, pero puede evolucionar hasta situaciones en las que el agresor ha adquirido un control financiero total sobre la víctima.