
Hay situaciones en las que un acusado puede optar por declararse nolo contendere en lugar de declararse culpable de un cargo penal.
Aunque el acusado seguirá recibiendo una sentencia del tribunal, el caso, debido a la declaración de culpabilidad, no podrá utilizarse en ninguna otra causa.
En primer lugar, el juez debe aprobar el recurso. Un ejemplo de ello sería el siguiente caso tipo.
Un ladrón se encuentra con el dueño de la casa cuando huía
Dillon Weeds (nombre ficticio) llevaba un tiempo vigilando la casa de Jane Pierce (nombre ficticio).
Había estudiado su horario para salir de casa y ver cuándo volvía del trabajo cada día.
Un martes, después de que Jane saliera de casa para ir a trabajar, Dillion se deslizó hasta la parte trasera de la casa, donde los vecinos no podían verle, y forzó la puerta trasera para entrar en la casa.
Cuando sale mal
Dillon subió las escaleras, rebuscó en cajones y armarios, seleccionando pequeños objetos de valor que llevarse consigo.
De repente, oyó que la puerta de un coche se cerraba de golpe delante de la casa y supo que probablemente se trataba de
Jane regresando por algo que olvidó. Sólo su suerte.
Al bajar corriendo las escaleras, tropezó y cayó hasta el fondo, golpeándose con un gran jarrón Ming de gran valor que estaba en el suelo, valorado en miles de dólares.
Se rompió en mil pedazos, esparcidos por el suelo de madera.
Dillon se incorporó y empezó a dirigirse a la puerta trasera.
Jane, al entrar por la puerta principal, empezó a gritar con fuerza, sobre todo cuando vio el jarrón roto.
Vio salir a Dillon por la puerta trasera y empezó a perseguirle, pero no fue lo bastante rápida para alcanzarle.
Dillion miró varias veces detrás de él a Jane mientras ésta intentaba atraparlo, corrió por la calle hasta la mitad, luego atajó por el patio de un residente y pronto desapareció.
Jane se quedó ahora con un jarrón muy caro hecho pedazos y la pérdida de varias joyas valiosas, todo lo cual quedó documentado cuando la policía documentó la escena del crimen.
Más tarde, Jane eligió a Dillon en una rueda de reconocimiento, tras verle la cara cuando se volvió para mirarla mientras huía. Pero estaba lo suficientemente lejos como para no estar segura de que fuera él.
Sin embargo, Dillon cometió un error al empeñar una de sus joyas en una casa de empeños cercana a su domicilio.
El empleado de la tienda recordó que era Dillon cuando le mostraron su foto, pero dijo que Dillon utilizaba otro nombre para vender la pieza. La dirección y el número de teléfono que figuraban en el registro también eran falsos.
Detención e inculpación
La policía encontró, detuvo e imputó a Dillon por el robo en primer grado de una estructura habitada, a pesar de que estaba vacía cuando irrumpió en ella.
No estaba vacío cuando se marchó. Dillon, por consejo de su abogado penalista, optó por declararse nolo contendere porque no quería admitir su culpabilidad ni enfrentarse a que le demandaran por mucho dinero a causa de las joyas y el jarrón roto.
Dillon fue sentenciado por un delito grave robo en primer grado a dos años en una cárcel estatal.
Jane no podría demandarle para recuperar la pérdida del jarrón Ming y las joyas no recuperadas.
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