Noticias recientes han llamado la atención de la opinión pública sobre el grave problema mundial de la trata de seres humanos.
Por su gran población inmigrante, tamaño geográfico, importantes puertos marítimos y extensa frontera internacional, California es considerada por los expertos uno de los principales destinos de Estados Unidos para esta actividad.
El Código Penal de California considera la trata de seres humanos un delito grave e incluye en su definición varios tipos de conducta.
La primera consiste en limitar la libertad de una persona para obligarla a realizar un trabajo u otros servicios.
Esto suele hacerse mediante algún tipo de coacción o amenaza, aunque se dan casos de confinamiento físico de víctimas de trata.
Un ejemplo es el propietario de una fábrica de ropa cuyos productos son elaborados por inmigrantes mexicanos ilegales.
El propietario proporciona alojamiento y comida, pero poca o ninguna remuneración.
Si un trabajador amenaza con marcharse o llamar a las autoridades, el propietario le amenaza con denunciarle a inmigración.
El segundo tipo de violación también implica la privación intencionada de libertad, pero con la intención de violar las leyes contra la prostitución, la pornografía infantil u otro tipo de explotación sexual de menores, o la extorsión o el secuestro.
Este tipo de violación suele implicar a un proxeneta que obliga a una niña o mujer a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero mediante amenazas de violencia contra ella o su familia.
El último tipo de infracción de trata es similar al segundo, pero sólo requiere que el acusado persuada o intente persuadir a un menor para que participe en un acto sexual remunerado.
No se exige prueba alguna de privación de libertad o libertad de circulación.
En caso de condena, las penas pueden ir de 8 a 20 años de prisión (de 15 a cadena perpetua en algunos casos de fuerza o amenazas contra un menor) y multas de hasta 500.000 dólares.
Las penas se incrementaron tras la aprobación de la Ley de Californianos contra la Explotación Sexual (también conocida como Proposición 35) en 2012.
Los condenados por tráfico sexual también deberán registrarse como delincuentes sexuales.
Tratamiento de los antecedentes penales de una víctima de trata
Los servicios que una víctima de trata se ve obligada a prestar pueden constituir en sí mismos delitos.
Aunque la legislación de California reconoce la coacción como defensa frente a la mayoría de los cargos penales distintos del asesinato, los tipos de coacción utilizados para controlar a una víctima de trata no suelen ser lo suficientemente graves o inmediatos como para considerarse legalmente coacción.
Por ello, muchas víctimas de la trata acaban teniendo antecedentes penales. Las que tienen la suerte de escapar se encuentran a menudo con que esas condenas limitan sus opciones laborales, educativas y de vivienda.
Para abordar esta cuestión, varios Estados han adoptado las denominadas leyes de "vacatur".
Estas leyes permiten que, en determinadas circunstancias, se eliminen de los antecedentes penales de las víctimas de trata.
La actual ley de vacatur de California se adoptó en 2016. Permite a una víctima de trata solicitar que se anulen las condenas si:
- El delito no es violento y es consecuencia de haber sido víctima de la trata de seres humanos.
- La persona no es encarcelada
- La persona no ha sido condenada en los dos años anteriores o ha cumplido todas las condiciones de la libertad condicional.
Disposiciones similares abordan las situaciones en las que la actividad de la víctima ha dado lugar a expedientes judiciales de menores.